El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, instituído por Naciones Unidas en 1975. La universalidad de la conmemoración se remite a dos hechos trágicos localizados con diferencia de casi 50 años en la ciudad de Nueva York. Ambos sucesos evidencian la lucha llevada por las mujeres trabajadoras por condiciones dignas de trabajo.
Estos acontecimientos de lucha económica marcan, que la organización de las mujeres, su preocupación por lo colectivo, su politización social ha posibilitado incorporar en la agenda política los reclamos de igualdad. Al decir de la Dra. Diana Maffia, "la consigna política de las mujeres no pretende que de dominadas pasemos a ser dominadoras, ni se quiere salvar a las mujeres de una sociedad donde varones y mujeres por un mismo sistema económico y social somos oprimidos por muchas razones. Lo que queremos es que las relaciones sociales no sean de opresión para nadie, ni la igualdad política tenga el precio de suprimir las diversidades". Queremos ciudadanía plena, ni parcial, ni residual.
Me llamó la atención otra frase de la misma filósofa: "no es cierto que primero hay que hacer la revolución política, luego la económica, luego la social y al fina llegará la igualdad para nosotras, ninguna revolución precede a las demás revoluciones", la verdad es que está en lo cierto la Dra. Maffia, pero desde un análisis histórico de la condición de las mujeres sus logros y sus deudas no podemos dejar de resaltar mojones en la lucha por la igualdad.
En el camino hacia la equidad y hacia mayor democracia social, debemos destacar cómo las mujeres hemos abordado la problemática de la política y sus derechos, la educación y sus derechos, la salud, la libertad, entre otros; un camino signado por la lucha y la movilización, desde el reclamo de justicia y la denuncia que visibilizan la discriminación, hacia la concreción de las leyes que nos equiparan.
Así las sufragistas en sus simulacros públicos de votación demandaban que una parte importante de la sociedad argentina no podía decidir sobre los asuntos públicos. Luego en 1947 conquistamos el derecho al voto.
Desde el advenimiento de la democracia en 1983 se produjeron avances en materia legislativa tendientes a la modernización de los derechos y con ello el reconocimiento del derecho de las mujeres.
En materia de derechos civiles se estableció la equiparación de los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio: patria potestad compartida, régimen de matrimonio y se estableció el divorcio vincular.
En 1985 se ratificó por ley la Convención sobre la Eliminación de Toda forma de discriminación contra la Mujer, otorgando rango constitucional en 1994.La ley de cupo femenino posibilitó la participación efectiva de las mujeres en la vida política y en la toma de decisión. En la actualidad el programa nacional de salud sexual y reproductiva, la ley de violencia familiar son otros avances que no sólo garantizan derechos humanos, sino que deben y deberían salvar vidas de mujeres.
Pero la democracia desde la libertad y la igualdad, no es plena en nuestro país. Las mujeres por idénticas tareas reciben desde un 30% a un 50% menos en materia de salario. La mortalidad materna no se redujo en los últimos 20 años. Cada 5 minutos una nueva adolescente se convierte en madre. Queremos una asistencia y atención efectiva en materia de trata de mujeres por explotación sexual. 27 años de democracia solicita paridad de representación. Necesitamos políticas públicas de cuidado para que la participación publica y ciudadanas de las mujeres sea un derecho, una oportunidad, no un costo.204 es el número anual de mujeres en Argentina que muere a causa de la violencia de género, 500 mujeres en edad fértil mueren por año por causa de abortos clandestinos.
La democracia, al decir de Atilio Borón, es imperfecta y mejorable y allí radica entonces su fortaleza, legítimamente las mujeres seguimos solicitando que la democracia se perfeccione a través de denunciar que el ejercicio real de los derechos por parte de las mujeres no es efectivo, que el avance legislativo es significativo, pero no seremos libres como colectivo mientras una sola mujer esté sometida a cualquier tipo de tratamiento injusto.
Concejala Socialista Mariana Alonso